jueves, 16 de junio de 2016

El poder de una sola palabra...

Si todas nuestras palabras son amables, los ecos que escucharemos también lo serán.

¡La manera en que nos comportamos con los demás demuestra cuánto creemos en Dios!

 Una palabra irresponsable: Puede encender discordias.
 Una palabra cruel: Puede arruinar una vida.
 Una palabra de resentimiento: Puede causar odio.
 Una palabra brutal: Puede herir o matar.
 Una palabra amable: Puede suavizar las cosas.
 Una palabra alegre: Puede iluminar el día.
 Una palabra oportuna: Puede aliviar la carga.
 Una palabra de amor: Puede curar y dar felicidad.

¡Las palabras son cosas vivas! ¡Bendicen o maldicen, alientan o abaten, salvan o condenan.

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